Me puse a pensar en la muerte, sí muerte, esa palabra que a tantos les deja la piel erizada del miedo. Es muy interesante pensar en la vida desde un comienzo hasta un fin. Digamos que todos tenemos incorporados distintos conceptos que vamos desarrollando acerca de este "fenómeno" tan lejano y cercano al mismo tiempo, pero al fin y al cabo pienses lo que pienses nunca vas a saber que pasa después a menos que intentes experimentarlo, claro.Uno nace sin saber de donde vino, y muere sin saber a donde va. Es como si fuésemos un alma que va de cuerpo en cuerpo renovándose, aprendiendo, creciendo, limpiándose. No se qué es en definitiva a lo que uno llama "alma", pero segura estoy que nada material. Distintas sociedades antiguas, religiones, filósofos y demás, buscaron teorías y explicaciones a las millones de preguntas que uno puede hacerse respecto a la muerte. Qué pasa? Qué se siente? Duele? Es como una gran obsesión que tiene todo el mundo, "Sin esto, me muero", "Me quiero matar", "Soy joven para morir". Siempre pensando desde un lugar donde la muerte es algo malo. Pero y si no? Y si en realidad estamos acá por algo, y si hay otras realidades paralelas? Es difícil pensar en todo esto sin que se crucen un poco las teorías científicas, pero en mi opinión esto es un poco más profundo. Siempre van a estar presentes la inseguridad, el miedo... son el Talón de Aquiles de la sociedad. Solo muriendo sabremos que pasa, pero preferimos no intentarlo por las dudas de que nuestra expectativa culmine en algo espantoso.
No es un tema para pensar con el objetivo de obtener una respuesta, porque no va a suceder. Pero si me parece interesante como afecta esta idea de la muerte en la vida entera de cada tipo de persona. De ahí surgen la valentía, la espontaneidad, la soltura, la libertad, y por supuesto todos sus contrarios. Son ideales de vida que se adoptan para terminar enfrentándose a la muerte de distintas maneras.