24 de febrero de 2013
Intento fallido.
No puedo ni siquiera ver con claridad lo que escribo, las lagrimas se expanden por mis mejillas tan intensas, y tan rápidamente. Tengo un engrudo en mi garganta, una ausencia en mi estómago, siento dolor en el alma y una agujereadora que me atraviesa el pecho. Mi cabeza es como una fábrica clandestina, llena de personas trabajando y trabajando, hay cosas que salen, cosas que no pueden decirse. El intento de hablar, es en vano. Creo que mis manos hacen un efecto parabrisas cada vez que seco mis lagrimas. Ahora mismo caen cientos y cientos de recuerdos en mi mente, los pequeños obreros comienzan a trabajan como esclavos, sin parar, y luego de nuevo aparece el oscuro silencio. Cuánta furia puede alcanzar una persona? En este momento creo que puedo morir de furia. Morir de furia, seria un escándalo.
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